El Señor ha establecido su trono en el cielo; su reinado domina sobre todos... Alaben al Señor, todas sus obras en todos los ámbitos de su dominio. ¡Alaba, alma mía, al Señor! Salmo 103:19, 22. Amado Padre que estás en el cielo, te damos gracias por darle a nuestros corazones esperanza de tu reino, el reino de Dios. Te agradecemos que una y otra vez podamos sacar fuerzas de esta esperanza, encontrar nueva vitalidad y valor, y descubrir cuán poderosa, aunque imperceptiblemente, está llegando ya tu reino. Protege esta visión y ayúdanos cuando fallemos. Todo va a salir bien. Pase lo que pase, estamos en tus manos y nadie podrá arrebatar esta alegría de nuestros corazones. Amén.